Chihuahua, Chih.- Después de constantes acercamientos con los distintos grupos parlamentarios en el Congreso del Estado y la insistencia con las autoridades de crear mecanismos que protejan y den seguridad a las mujeres trans en Chihuahua, las distintas asociaciones “dan la causa perdida”, pues aseguran que en el estado a los procuradores de justicia no les interesa el bienestar de la población LGBT+
Mayte Gardea, activista e integrante de la organización “Unión y fuerza de mujeres trans chihuahuenses a.c.” que lucha por los derechos de este grupo en el estado, lamenta que pese a la creciente violencia doméstica a la que se enfrentan particularmente las mujeres trans a nivel local, poco o nada se han hecho las autoridades para solucionar el problema.
Lamenta que no hay leyes o protocolos especiales para este sector demográfico, contrario al apoyo que se ha brindado (al menos en la ley) a las mujeres cisgénero, según afirma, mientras se ignora a la población trans.
“La atención es fatal. No hay perspectiva de género, ni para las mujeres cisgénero, te lo puedo decir, imagínate para nosotras” comenta Mayte, quien ha acompañado a compañeras que se han animado a denunciar a sus parejas sentimentales por abusos y que ha presenciado cómo se les niega la atención en la Fiscalía Especializada de la Mujer, a quienes se les remite a la Fiscalía General del Estado aún y cuando han realizado el cambio de género en sus identificaciones oficiales.
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Según experiencias previas en estas instituciones, el trato es inhumano, revictimizante y lleno de discriminación, razón por la que algunas deciden desistir a fin de no ser humilladas por las autoridades que deben procurarles justicia.
Lamenta que generalmente el primer lugar en el que una mujer trans es discriminada es dentro de su núcleo familiar, por lo que en el caso más drástico de un crimen de odio como un asesinato, las autoridades dejan de perseguir a los responsables debido a que la familia es la que no exige o da seguimiento al caso, esto pese al dolor que pueda dejar en su círculo social o de familia elegida, lo que lleva a que esto pase a la lista de asesinatos sin resolver.
Da como ejemplo el caso de la activista Mireya Rodríguez, el cual dice la Fiscalía no ha desechado por el simple hecho de que su padre no ha desistido en la búsqueda de justicia, situación que dice, es poco común en los transfeminicidios.
Es por ello que insiste en la creación de protocolos especiales para mujeres trans, los cuales desde las fiscalías y los distintos partidos políticos en el legislativo se han negado a realizar.
Dentro de los puntos que más urge reformar según Mayté es que la violencia doméstica contra mujeres trans se persigan por parte de la autoridad de oficio, tal y como se hace actualmente con las mujeres cis.
“A veces los abogados nos ven como `ay, pinche joto, pinche puta, pinche loca´ los jueces, el ministerio público, nos degradan como personas, no nos ven como personas. Nos tratan como algo aberrante, como si nosotros tuviéramos la culpa” comentó Mayté, quien asegura que este es el sentir y trato que se les ha brindado a mujeres trans por parte del personal de los procuradores de justicia.
