Cuando se habla de la población LGBT+ pocas veces se menciona a la asexualidad y menos aún al arromanticismo. Hablamos con un grupo de personas que desde el activismo y la colectividad, construyen el cariño y el amor más allá del enamoramiento.
Las películas románticas, especialmente las de Disney, hicieron pensar a Haidee Plata que algún día encontraría una persona de la que se enamoraría, se casarían y, entonces, ella sería feliz por siempre. Pero la estudiante de Ingeniería en la UNAM comprendió con el tiempo que realmente no le atrae la idea de tener pareja. A sus 20 años, nunca le ha llegado a gustar una persona ni ha deseado dar un beso o tomar de la mano a alguien.
“Muchas veces he preguntado a la gente a mi alrededor cómo se siente el amor romántico y es una sensación física que yo no he sentido”, refiere Badir Mendoza, estudiante de Canto en el Centro Cultural Ollin Yoliztli, en la CDMX.
Badir disfruta mucho del romance en las canciones, libros y películas y alguna vez quiso experimentarlo y tener relaciones afectivas. Sin embargo, no se sentía cómodo diciendo palabras románticas ni dando un contacto físico apasionado.
Badir y Haidee sabían que son asexuales porque no sentían atracción sexual por nadie. Pero hasta hace poco desconocían que sentir poca o ninguna atracción romántica también tiene un nombre: son personas arrománticas o aro.
La activista asexual Ahahí Charles explica que el arromanticismo, como la asexualidad, es un espectro del cual igual forma parte. Anahí sí se ha enamorado y deseado tener relaciones de pareja; pero sólo después de formar un vínculo especial con una persona. Es decir, es demiromántica.
Cris C. es una mujer asexual demiromántica que, durante la secundaria, no entendía la euforia de sus amigas cuando le platicaban de los chicos que les gustaban.
En la prepa, Cris —que compartió su experiencia con Altavoz LGBT+ bajo petición de modificar su nombre, por seguridad— intentó sentir atracción romántica “y no pude, porque aunque pasara tiempo con alguien a quien le gustaba, era muy difícil que yo sintiera lo mismo sin esa conexión emocional”, comenta en entrevista.
Los testimonios de Haidee, Badir, Anahí y Cris muestran un grupo estigmatizado por dentro y fuera de la comunidad LGBT+ e invisibilizado sistemáticamente. Pero que, asimismo, desde el activismo y la colectividad buscan mostrar que se puede construir cariño fuera del romance y el enamoramiento.
Los estigmas de casi nunca o nunca enamorarse
Aunque en su familia ninguna tía le ha preguntado a Cris C. “¿para cuándo el novio?”, en su escuela sus compañeras la molestaban por no tener pareja. “Todos me tachaban de rara, me decían ‘Tal vez es que te atraen las mujeres y no los hombres“.
El día que Badir Mendoza les contó a sus familiares que es arromántico, ellos lo aceptaron, pero afligidos. “Pensaron que sufriría y estaría incompleto el resto de mi vida“.
“Muchas veces me han preguntado ‘¿no te sientes sola por no tener pareja?’. Y no, porque siento el acompañamiento de mis amigos y familiares. No por no tener atracción romántica seré fría o sin corazón. Seré feliz de otra manera, con otro cariño hacia las personas“, explica Cris con entusiasmo y seguridad al hablar.
Badir le ha aclarado lo mismo a su familia y esa aura de tristeza que existía en su casa desapareció.
A Haidee Plata siempre le han dicho que es arromántica y asexual porque todavía no ha aparecido su media naranja de la que, finalmente, se enamore. Cris también ha llegado a recibir esos comentarios arrofóbicos, incluso dentro de la comunidad de la diversidad sexual. Cuando salió del closet con unas amigas suyas, ellas concluyeron: “Es que tal vez no te ha llegado la persona correcta“.
“Tú eres lesbiana. Yo no te voy a decir ‘Ay, es que no te ha llegado el hombre correcto y por eso eres lesbiana’ o a ti que eres bisexual ‘Es que no te ha llegado el hombre correcto que te confirme que eres hetero“, fue lo que les respondió.
En otra ocasión, una amiga suya le planteó que quizás es asexual y demiromántica debido a una patología, consecuencia de un nacimiento prematuro. ”Yo también llegué a pensar que había algo malo en mí; pero después entiendes que existen las personas LGBT+ y hay gente que le gusta todos los tipos de personas. De igual manera, entonces, existirá gente que no tenga atracción por nadie”, concluye.
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La comunidad LGBT+ más invisibilizada de México
“Estos estigmas suceden porque la gente no cree que existimos las personas que no se enamoran y sienten esa atracción romántica”, señala Cris. A esto se suma la falta de referentes aro.
A la fecha, no se sabe cuántas personas del espectro arromántico hay en el país.
En 2021, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizó la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) y concluyó que la población LGBT+ en México se compone de 5 millones de personas bisexuales, gays, del espectro trans, lesbianas, pansexuales y del espectro asexual.
De acuerdo con la ENDISEG, 3.8 millones de personas mexicanas, mayores o igual a 15 años, nunca han sentido gusto ni atracción física por nadie. Sin embargo, el INEGI no consultó a estas personas si se identifican o no dentro del espectro arromántico, omitiendo la identificación y conteo de esta comunidad.
De acuerdo con el análisis de datos de Altavoz LGBT+, si bien 28.5% de las personas que declararon nunca haber sentido atracción romántica tienen entre 15 y 19 años, grupos de mayor edad representan cada uno entre cinco y diez por ciento de la población total. Esto sugiere que no necesariamente no han sentido atracción porque son jóvenes.
Asimismo, sólo 1.3% de esta población se identifica como asexual, mientras que el 90% es hetero. “Muchos creen que solamente las personas asexuales son arrománticas y no. Están en todas las orientaciones sexuales”, remarca Anahí.
Las personas entrevistadas para este reportaje combaten esta invisibilización desde el activismo y el apoyo en colectividad.
Cuando Haidee conoció a Badir y le comentó su experiencia, él le recomendó la novela Loveless, de Alice Oseman, cuya protagonista es una mujer arromántica y asexual (aro–ace, en su abreviación). “Ese libro me ayudó mucho a entenderme y saber quién soy“, afirma Haidee. Recientemente ambas fundaron la Organización de Personas Arrománticas y Asexuales, con el objetivo de tejer comunidad aro-ace.
Conocer a otras personas aro que entiendan sus vivencias ha sido de lo mejor que le ha pasado a Anahí, como activista. Cris y ella forman parte de Asexuales México y América Latina, un colectivo que desde hace 10 años informa, gestiona grupos de apoyo y hace activismo en favor de la comunidad arromántica, además de la asexual. Ambos colectivos están celebrando la Semana de la Visibilización Arromántica, compartiendo información y testimonios.
Construir cariño y amor fuera del romance
La Semana de la Visibilidad Arromántica se celebra la semana siguiente al Día de San Valentín. En la secundaria, Cris C. pasaba todo ese día llorando. “¿Es qué estaré rota?“, recuerda que se preguntaba por no desear un noviazgo. Anahí Charles sufría una gran presión social para contar con un ligue durante ese día.
Ahora, para ellas el 14 de febrero es una fecha alegre que poco tiene que ver con el enamoramiento y la disfrutan junto a sus amigos. Anahí lo ve con gracia y se prepara emocionada para el 15, cuando la parafernalia del amor romántico se remata y podrá comprar sus chocolates favoritos hasta en un 70% de descuento.
“No enfocarse en lo romántico del Día del amor y la amistad sería beneficioso para todos, no sólo para la comunidad aro-ace“, sostiene Badir Mendoza, quién aprovecha la festividad para expresar su cariño a su familia y amistades en forma de flores, palabras dulces o pasando tiempo de calidad con elles.
En su anterior escuela, los compañeros de Haidee la consideraban solitaria y no la invitaban a ningún lado. Pero a los pocos días de mudarse a la CDMX hizo amigos que la apoyan y que ella ama. Hoy cuenta sin retener su emoción sus salidas y su felicidad de conocerlos.
Fue varios años después que Cris sintió atracción romántica por alguien. No fue amor a primera vista, se enamoró tras generar un fuerte vínculo emocional: “Sentí que hubiera liberado un montón de endorfinas y estuviera en las nubes. Fue increíble pensar que nadie podía quitarme esa felicidad y que mi atracción era pura“.
“Los arrománticos no fríos ni anti-amor. Tienen otra forma de expresar su afecto“, enfatiza Anahí. Cuando siente atracción por alguien, el amor está más cerca del cariño y el cuidado que del romance presentado en Diario de una pasión o Titanic. Su máxima expresión de afecto es acurrucarse con alguien y, en algunas ocasiones, dar un abrazo y besos de mejilla.
Aunque el arromanticismo no es una crítica al amor romántico, sí nos invita a cuestionar la idea de que absolutamente todas las personas estaríamos mejor en una relación romántica. Que todes anhelamos esa relación para ser felices y, una vez que la tengamos, será la más valiosa de nuestras vidas. Así como nos invita a abrazar las diversas maneras de sentir la atracción y el amor.