Este contenido fue originalmente publicado en Verificado y es realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte del Fondo Howard G Buffett para Mujeres Periodistas.
Por Melina Barbosa
Tras su registro como candidato a una diputación federal por Morena, Tuss Demián Fernández Hernández comenzó a vivir una cadena de violencias que implican la amenaza, filtración de datos personales, malgenerización y obstaculización de su derecho a contender por un cargo público.
Además, durante el proceso de denuncia, las autoridades descartaron que se trate de un caso de violencia política en razón de género, argumentando que solo es aplicable en las mujeres.
Sin embargo, el candidato Tuss Fernández ha sido atacado justamente por su identidad al ser abiertamente un hombre trans, situación que deja en evidencia que los criterios que definen la violencia política en razón de género de instancias como el Instituto Nacional Electoral (INE) y las fiscalías se han quedado cortos en cuanto a la atención de violencias contra otras identidades no normativas.
Malgenerización al candidato por parte de Morena durante el registro
El miércoles 21 de febrero, el partido Morena realizó la tómbola para definir a las personas que registraría para las candidaturas a diputaciones federales plurinominales.
En la lista de personas seleccionadas por primera vez se incluyó a un hombre trans originario de Puebla con posibilidad de llegar a un espacio de representación política, pero lo que debió ser un avance en el reconocimiento de los derechos políticos de la población LGBTIQ+, rápidamente se tornó en indignación, pues Tuss Demián Fernández fue registrado en la lista de mujeres candidatas.
Lo que inicialmente fue percibido como un error o hasta una decisión personal, en realidad resultó ser una violencia denominada malgenerización, ya que Tuss Demián Fernández fue registrado en un lista que no corresponde con su género.
“Tan sorpresivo fue para mi encontrarme en esa lista como para el resto de quienes la vieron y equivocadamente asumieron que había sido una decisión personal. Y no. Yo me registré como «otro» porque no me asumo CIS y marqué también la casilla de Diversidad Sexual», aclaró Tuss Fernández vía X (antes Twitter).
“En lo personal no tengo problema ni con los nombres ni con jotear abiertamente (siempre me he definido Queer), pero en lo político es distinto, tiene implicaciones para las luchas trans y también para los espacios de las mujeres”, detalló.
Desplazado hasta el lugar 22
Por otro lado, Tuss Fernández también expuso que aunque su nombre salió sorteado en la primera posición de la cuarta circunscripción, es decir, del territorio integrado por los estados de Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala y Puebla, horas después fue desplazado al lugar 22 sin que se considerara que forma parte de un grupo de atención prioritaria por acción afirmativa.
Al cuestionarle sobre este cambio en el orden de la lista, el candidato compartió en entrevista con Verificado, que hasta el momento no ha tenido ninguna respuesta por parte de Morena pese a haber enviado dos solicitudes.
De igual forma, dijo desconocer cuáles fueron los criterios que la Comisión de Elecciones tomó en cuenta para tomar esta decisión, ya que los estatutos del partido establecen que después de los espacios reservados, la prelación se respetará en el orden de aparición.
Niegan violencia política en razón de su identidad
Tras su registro como candidato a una diputación federal por Morena, Tuss Demián Fernández recibió una amenaza de muerte y sus datos personales fueron filtrados con el fin de que recibiera un linchamiento mediático y social.
El activista trans narró a Verificado que aunque estuvo enviando denuncias y quejas durante dos semanas, la respuesta que obtuvo por parte de la Fiscalía de Puebla y el INE fue que su caso no involucra violencia política, y por ello, no aplican las medidas cautelares. El INE también argumentó que la violencia política en razón de género solo aplica en las mujeres.
El problema es que dijeron que no cometieron violencia política conmigo, entonces ni siquiera lo van a registrar (…) Sí me sacó mucho de onda el criterio del INE porque sí me identifico como hombre pero como un hombre trans, y pues la violencia que vivimos los hombres trans no es lo misma que los hombres cis. Precisamente, estoy experimentando esta violencia por mi identidad de género, y si yo no hubiera dicho abiertamente que soy trans pues esa amenaza ni existiría».
Demián Fernández envió al INE una opinión consultiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la que se reconoce que la identidad de género es una categoría protegida y solicitó que con base en esa opinión, volvieran a emitir un acuerdo partiendo de que «las identidades cis y trans no son lo mismo».
Asimismo consideró que no son las mismas sanciones por ciberacoso, discriminación, violencia política y violencia política en razón de género; además refirió que persisten fallas en la captura de denuncias, particularmente en la correcta catalogación de los delitos.
«Dentro de mi declaración solicito que se recatalogue, no se si vaya a ocurrir pero lo más seguro es que no porque me dijeron que en la ley estatal la violencia política (en razón de género) solo es contra las mujeres; y eso que yo estaba en la fiscalía especializada contra delitos LGBTIQ+ entonces pues me di cuenta que incluso en la fiscalía especializada no cuentan con protocolos de actuación para quienes por identidad o género somos blanco de violencia política».
El caso de Tuss Fernández ha dejado en evidencia que las acciones afirmativas no han sido suficientes, pues aun existe un cerco que no permite que las personas de la diversidad sexogenérica ejerzan sus derechos político-electorales y que puedan defenderse de las violencias relacionadas con su identidad.
Asimismo, ha servido como recordatorio de que no solo las mujeres experimentan violencia política en razón de género, sino que esta problemática también afecta directamente a personas trans, no binaries, fluidas y queer.
En esta materia, tanto el candidato de Morena como activismos trans y personas defensoras de derechos humanos coinciden en que hacen falta mecanismos con perspectiva de género que tengan un enfoque diferenciado y que contemplen las desigualdades no solo entre hombres y mujeres, sino también entre otras identidades no normativas.
LINKS | FUENTES:
- Glosario de las diversidades sexogenéricas LGBTIQ+ | Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
- El binarismo de género y otras falsas verdades de la colonización | Volcánicas
- Acciones afirmativas: qué son y qué papel juegan en el proceso electoral | Verificado
- Candidato trans de Morena denuncia violencia por su identidad | Manatí
- Morena violenta la identidad de género de activista LGBTI+ | Lado B
- Ociel Baena: Por qué es falso hablar de “crimen pasional” | Agencia Presentes y Verificado
